Este peculiar titular hace referencia a un escuadrón de
mujeres piloto que participaron activamente en la segunda guerra mundial a
bordo de unos rústicos aviones construidos en 1927 y pensados inicialmente para
fumigar los campos de cultivo. Con estos ligeros aviones estas valerosas
mujeres planeaban a poca altura siempre de noche para no ser detectadas por los
alemanes y descargaban sus bombas sobre el enemigo nazi.
Durante la duración de la guerra estas mujeres Soviéticas
realizaron más de 24.000 vuelos y lanzaron alrededor de 3.000 toneladas de
bombas, constituyendo en primer escuadrón íntegramente compuesto por mujeres de
la historia de la aviación.
Una de cada tres mujeres pertenecientes a este escuadrón
perecieron en combate y por méritos propios tienen guardado un honorable lugar
en la historia de la segunda guerra mundial.
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