El miércoles de esta semana visionamos en el videoforum la película “Tomates Verdes Fritos” para aprender más sobre los valores humanos y las relaciones sociales.
En mi opinión la película está muy bien, es un ejemplo de solidaridad y amistad entre personas muy diferentes y también es un retrato de la sociedad rural norteamericana de posguerra.
La película cuenta una historia entrañable, tanto con tintes dramáticos como humorísticos y trata de una mujer, Evelyn ya entrada en los cuarenta, con una vida familiar y matrimonial aburrida y en crisis y harta de intentar solucionarla que, en una visita a una tía de su marido en un geriátrico empieza a hablar y a coger confianza con una de las ancianas internadas en el centro, llamada según ella Nini.
Anciana que le comienza a relatar su vida en un pequeño pueblo del Sur de Estados Unidos y le relata la historia de dos mujeres, en principio muy distintas entre sí , una, Idgie rebelde e indomable , una mujer muy fuerte y valiente acostumbrada a vivir en un mundo de hombres, entre Wiskhey y partidas de poker en la taberna del pueblo.
Y otra, Ruth, chapada a la antigua, recatada criada en una familia adinerada y con una educación de señorita, que se casa con un hombre que le pega y la humilla y que decide abandonarlo e irse a vivir al pueblo con la otra mujer. Y entre las dos montan un restaurante en el que sirven tomates verdes fritos, lo que da lugar al título de la película.
La cual va narrando como se desarrolla la vida en el pueblo y de todos los personajes y las personas y tiene como centro el restaurante de las dos chicas y va explicando cómo van evolucionando a lo largo del tiempo.
Y a lo largo del relato de la anciana, Evelyn va desarrollando su vida al mismo tiempo saliendo de la monotonía y recuperando las ganas de vivir y reconstruyendo su matrimonio y su vida social y acudiendo todas las semanas al geriátrico para que la anciana le siga contando la historia.
Nini, le va contando cómo se vivía en el pueblo y las visicitudes de la vida de Idgie y Ruth, en las que hay el asesinato del marido de Ruth que volvió al pueblo a por ella y es asesinado por una criada negra, y hacen desaparecer el cadáver sirviéndolo en el churrasco del restaurante.
Pero los años van pasando y Ruth enferma, y muere, para desgracia de Idgie.
Y ahí acaba la historia de la anciana, que ya no tiene a nadie en el mundo y Evelyn decide llevársela a vivir a su casa y cuando va a buscarla descubre que Nini no era otra que Idgie, la mujer de la que le contaba la historia.
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