Tras varios años de litigio entre una protectora de
animales y los responsables de un zoo argentino, el juez que lleva el caso ha
dictado sentencia a favor de la liberación del orangután llamado Sandra y su
traslado a un centro donde podrá vivir en semilibertad. Sandra tiene ya 29 años
y a partir de ahora dejará de ser un objeto de exibición y podrá gozar de una
vida más plena.
Esta sentencia sienta precedente en lo que se refiere
a primates que viven confinados en zoológicos y puede significar la liberación
de otros Simios que viven en condiciones poco saludables para ellos.
También este caso rompe una lanza a favor de las
sociedades protectoras de animales porque se reconoce su labor en la defensa de
todo lo que tiene que ver con el medio natural y quizá despierte en el resto de
personas sensibilidad con respecto a estos temas.
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