viernes, 7 de junio de 2013

Problemas en Estambul

     Hola blogueros escribo esto para que os enteréis de lo que está sucediendo estos últimos días en Estambul. Insanlik Hali un bloguero turco residente en Estambul nos escribió directamente esta noticia porque los medios de información turcos han sido bloqueados por el gobierno y solo les queda informar a través de internet y el boca a boca. 
  Hace cuatro días un grupo de personas no pertenecientes a ninguna organización o ideología concreta tomó el parque Gezi en Estambul. Había muchos amigos y alumnos de el entre ellos. La razón era simple: Impedir y protestar ante la inminente demolición del parque en beneficio de la construcción de un centro comercial más en pleno centro de la ciudad. Hay muchos centros comerciales en Estambul, como mínimo uno en cada barrio. El derribo de los árboles estaba previsto para el jueves por la mañana temprano. La gente se fue al parque con sus mantas, libros e hijos.

  Montaron las tiendas de campaña y pasaron la noche bajo los árboles. Por la mañana, cuando los bulldozers comenzaron a arrancar los árboles centenarios de la tierra, los manifestantes se levantaron contra ellos y los pararon. No hicieron nada más que quedarse de pie frente a las máquinas. Ni un periódico, ni un canal de televisión estuvieron allí para cubrir la protesta. Fue un bloqueo mediático absoluto. Pero la policía llegó con sus coches con cañones de agua y gas pimienta y empujaron a la fuerza a la multitud fuera del parque.

  Por la tarde el número de manifestantes se multiplicó y así lo hizo también el número de efectivos policiales que rodeaban el parque. Mientras tanto el gobierno local de Estambul cerró todos los caminos para acceder a la plaza Taksim, que es donde está situado el parque Gezi. Se cerró el metro, se cancelaron ferris, se bloquearon las calles…Aún así más y más personas encontraron la forma de acceder al centro de la ciudad a pie.

  Vinieron de todas las partes de Estambul. De todos los escenarios, ideologías y religiones diferentes. Todos ellos se unieron para impedir la demolición de algo más importante que el parque: El derecho a vivir como ciudadanos honorables de este país. Se unieron y marcharon. La policía los enfrentó con gas pimienta y gas lacrimógeno y condujo sus tanques contra las mismas personas que les respondían ofreciéndoles comida.

  Dos jóvenes fueron perseguidos y asesinados por los tanques. Otra chica joven, una amiga suya, fue golpeada en la cabeza con una de las latas de gas pimienta lanzadas. La policía las disparaba directas a la multitud. Después de tres horas de operación ella todavía está en la Unidad de Tratamientos Intensivos en estado crítico. En este momento aun no sabemos si va a sobrevivir.

  Estas personas son sus amigos. Son sus alumnos, sus parientes. No tienen una motivación oculta como el Estado se empeña en decir. Sus motivaciones están ahí fuera. Están muy claras. El gobierno está vendiendo el país por completo a corporaciones para la construcción de centros comerciales, complejos de lujo, autovías, presas y plantas nucleares. El gobierno está buscando (y creando cuando es necesario) excusas para atacar Siria en contra de lo que su pueblo haría.

  Para culminar con todo esto, el control del gobierno sobre las vidas personales de la gente se ha vuelto insoportable últimamente. El Estado, bajo su agenda conservadora, ha aprobado muchas leyes y regulaciones sobre el aborto, el parto por cesárea, la venta y consumo del alcohol e incluso el color de pintalabios usado por las azafatas de las aerolíneas.

  La gente en las marchas hacia Estambul está reclamando su derecho a vivir libremente y recibir justicia, protección y respeto del Estado. Reclaman ser involucrados en los procesos de toma de decisiones sobre la ciudad en la que viven. En lugar de esto lo que han recibido ha sido un uso excesivo la fuerza y enormes cantidades de gas lacrimógeno disparado directamente a sus caras. Tres personas han perdido los ojos.
Y ellos aún marchan. Cientos de miles se les han unido. Un par de miles más ha cruzado el puente del Bósforo a pie para apoyar a la gente de Taksim. La policía siguió enfrentándose a la gente y rociándoles con gas pimienta hasta el punto de que perros y gatos perdidos por allí murieron envenenados.
Escuelas, hospitales e incluso hoteles de cinco estrellas en los alrededores de la plaza Taksim abrieron sus puertas a los heridos. Los doctores llenaron las clases y las habitaciones de los hoteles para suministrar primeros auxilios. Algunos agentes de policía se negaron a rociar a inocentes con gas lacrimógeno y dimitieron de sus trabajos. Pusieron inhibidores alrededor de la plaza para impedir la conexión a internet y las redes de 3G fueron bloqueadas.

  Residentes y negociantes en la zona proveyeron de conexión gratuita para la gente en las calles. Los restaurantes ofrecieron comida y agua gratis. La gente de Ankara y de Izmir se reunió en las calles para ofrecer apoyo a la resistencia de Estambul. Los principales medios de información siguen retransmitiendo sobre Miss Turquía y “el gato más extraño del mundo”.”

  Os dejo un enlace con más información, publicada por los estudiantes de Erasmus que allí residen: http://carlosvillarmenendez.blogspot.com.es/2013/06/la-policia-turca-tambien-reprime-los.html


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